Brandani, quizás también Galvan, siempre Andrés
Aclaración, este post se escribe
sin el diario del lunes, ni martes…
Miles de páginas se están
escribiendo en este momento, diarios enteros tratando de definir la realidad, con
su interpretación, de anclarla en su mirada, militantes del doble clik regalando
sus virtuales lágrimas en un océano de sordos muros, cientos de tuits gozosos
de la victoria y dolorosos de la derrota. Nada de eso importa aún, nada de eso
me importa aún. También, al igual que miles de litros de tinta se están usando
en los diarios otros miles de litros se están usando en repartir culpas, en llenar
facturas, en recriminar decisiones, formas de conducción y construcción, en
tratar de encontrar al conductor de la calesita chocada, tampoco esto importa,
tampoco me importa. Les pido que me regalen unas líneas de su atenta lectura de
este post para decirles qué importa, que me importa hoy.
Ayer, como de casualidad (?) me
topé con un poema de Juan Gelman, “El menos pensado”, en donde nos regala la
ilusión de que ellos, nosotros, “encontrarán la palabra que se perdió hace
millones de dolores”, y hoy, luego de los resultados de anoche no lo voy a negar,
dolor es algo que siento, y siento la necesidad de encontrar la palabra.
Algunas verdades generales. Se
perdió, se perdió por poco, muy poco, 1%. Se podría haber ganado. Después de 12
años era casi inevitable la alternancia, da bronca que luego de tantas
victorias sociales (ni vale la pena enumerarlas), tantos derechos conquistados
no haber ganado y por goleada!.
Duele, y me doy cuenta que duele
mucho porque una cosa es perder, una vez más, [los que militamos en la ciudad
ya sabemos cómo es esto de perder contra globos] y otra, muy diferente, es
perder cuando se había ganado todo. Se había ganado la posibilidad de construir
horizontes, nos habíamos acostumbrados a llenar de colores la política, la gestión,
la vida.
Algunas reflexiones quedan en el aire,
la sensación de que vivíamos en un micro clima y nos perdimos la posibilidad de
saltar el cerco y hablarle, convencer, al que no nos votaba de por qué lo tenía
que hacer. No supimos, no necesitábamos, no quisimos, mostrarle ese horizonte
lleno de colores. Reagruparse, resistir, volver, son palabras que se mencionan
mucho por estas horas. Quizás. Quizás no nos fuimos, quizás ya estamos juntos.
Quizás.
Luego de todo lo anterior, vuelvo
al principio, al poema de JG, lo que importa hoy, lo que me importa hoy, a mí
que soy un recién llegado y siempre lo seré, es encontrar la palabra, esa palabra, la que lee y escribe el corazón,
encontrarla entre los millones de dolores para construir [sobre arena como si
fuese roca]. Encontrar es apalabra con la simple razón y sentido de
compartirla, solo hacerla circular para que vaya una palabra y vuelvan miles, que
vuelva la palabra colectiva. Y, si hay un nosotros ya no importa tanto la
palabra, sino la tarea de compartirla.